Una rabieta es una explosión de ira normalmente en los niños pequeños, donde aparece una furia y llanto incontrolado de forma repentina. Normalmente los padres esperan que estas rabietas se produzcan durante los 2 o 3 primeros años de edad de los niños, sin embargo, en ocasiones no desaparecen, por tanto, aprender a controlar las rabietas es fundamental. Por eso, manejar a los niños y mantener la paz puede ser un reto.

En este caso, es necesario ayudarlos a controlar sus emociones, ya que estos niños tendrán más problemas en manejar la frustración y la ira que estas situaciones les producen. Lo más importante es poder trabajar con ellos el control de los impulsos y el manejo de las situaciones más estresantes. 

Para ello, existen algunas recomendaciones y consejos generales para aprender a calmar las rabietas que podemos tener en cuenta para para ayudar a los cuidadores de estos niños:

Consejos para calmar las rabietas

  • Ayude a los niños a explicar sus emociones con palabras. 

Cuando los niños tienen rabietas muchas veces no sabes cuál es la raíz del problema. Lo más importante es poder averiguarlo, y para ello puedes esperar un tiempo para que el niño se calme recordándole cuáles son las reglas de casa o del colegio.

Es importante que el niño aprenda a expresar y ponerle palabras a lo que siente en ese momento. Eso ayuda su hijo a convertir las emociones y a comprender qué es lo necesario para poder resolver el problema. 

  • Escuche y responda. 

En primer lugar, es necesario no presionar al niño para que hable inmediatamente, hay niños que muchas necesitan más tiempo para explicar sus emociones. Su función aquí es escucharlo y hacerles sentir que le comprendes. Así, cuando se sientan preparados para hablar, si no encuentran las palabras puedes ofrecerles algo de ayuda.

En muchos casos, sentirse escuchado y comprendido es todo lo que el niño necesita. Sin embargo, nunca debe justificar que su comportamiento es normal. Explícale que las frustraciones y las emociones intensas no pueden justificar nunca un mal comportamiento.

  • Cree reglas básicas y adhiérase a ellas. 

Es importante que establezca unas reglas básicas en casa para que siempre que el niño tenga rabietas pueda volver a ellas para controlar sus impulsos.

Sin embargo, no utilice amenazas, ni acusaciones. Debe utilizar oraciones y frases simples y claras donde no haya lugar para la confusión. Por ejemplo, algunas de las expectativas y reglas básicas que se pueden establecer y que se pueden utilizar antes de las rabietas son:

  • En esta familia, no se golpea, no se empuja y no se agrede.
  • No se permiten los gritos ni portazos
  • No hacemos eso en esta familia.
  • Tomarse un descanso de la situación. 

Cuando un niño tiene una rabieta, alejarse la situación es esencial para poder tomar distancia y ver el problema desde otra perspectiva, esto hace que el niño aprenda a manejar los impulsos y poder cambiar el estado de ánimo.

Para ello se puede proponer dar un paseo, hacer algo de deporte o escuchar alguna canción que nos lleve a un estado de animo positivo. Además es bueno que tanto el cuidador como el niño hagan estas cosas juntos para crear un estado positivo entre ambos.

  • Asegúrese de que los niños duerman lo suficiente.

El sueño es un factor fundamental para el bienestar de las personas. Cuando un niño no ha dormido bien puede estar de mal humor, estar cansado o con conductas más irritantes que tengan como consecuencia más rabietas de lo normal. Por eso, hay que prestar mucha importancia al sueño, ya que las relaciones que se establecen entre este y el comportamiento de un niño pueden ser un factor relevante.

Por tanto, controlar los arranques puede ser difícil para los niños, y ayudarlos a aprender a hacerlo es un trabajo difícil para todos los cuidadores, ya sean los padres, los profesores o los familiares que los cuidan. Ten en cuenta que para que un niño llegue a controlar sus impulsos y manejar sus rabietas hace falta tiempo y paciencia, pero con la ayuda de todas estas recomendaciones y orientaciones se puede ayudar a manejar las rabietas de nuestros niños.

A continuación se adjunta una infografía que muestra de forma clara alguna de estas recomendaciones y consejos para aprender a manejar las rabietas.