Aunque este año el frio se está haciendo esperar, ya empiezan a bajar las temperaturas y con esto llegan las gripes, resfriados y otros cuadros víricos. Aunque el frio no causa estas enfermedades, si puede empeorar nuestro sistema inmunitario, los virus soportan mejor el frio y los cambios de vida que realizamos al estar más tiempo en interior favorecen la transmisión de estas enfermedades.

Para esta temporada se espera que los niveles de contagio alcancen o incluso superen los niveles anteriores a la pandemia. Esto es debido al fin del uso impuesto de la mascarilla que ha frenado todo este tipo de enfermedades invernales al imponerles barreras que frenaban su transmisión. Además, al no haber tenido contacto con la gripe en los últimos años, hemos perdido inmunidad al virus, por ello siempre es recomendable la vacunación en los grupos de riesgo.

Nuestros mayores son los más sensibles a estas enfermedades y el grupo de más riesgo, de ahí la importancia de cuidar su salud para prevenir estos casos. Nosotros, en este artículo, te proponemos una serie de consejos alimenticios para reforzar la salud y armarse de defensas ante el cambio de temperatura.

Consejos de alimentación saludable en otoño:

  • No descuidar la hidratación y consumir líquidos de forma abundante. Al desaparecer el calor es normal que tengamos menos sensación de sed, pero es importante mantener el consumo de la cantidad diaria recomendada de agua, también podemos aportar hidratación a nuestro cuerpo mediante infusiones y sopas que apetecen más con el frio y además aportan valor energético.
  • Consumir alimentos con alto contenido en vitaminas C, en general frutas y verduras que proporcionan fuerza y energía al organismo y aumenta sus defensas, recalcar la importancia de los cítricos, verduras de hoja verde y pescados. Y también alimentos con vitamina D, para prevenir la deficiencia de la absorción por luz solar, como son huevos, pescados azules, aguacate.
  • Añadir las legumbres en nuestra dieta ya que son fuente de hierro y proteína y su alto contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal, además contribuye a la resistencia física y reduce el cansancio.
  • Incluye alimentos antioxidantes como los frutos secos que además de proporcionar ácidos grasos de buena calidad y fibra son un aporte de energía extra y saludable. También encontrarás antioxidantes en otros alimentos como los arándanos, tomates y remolacha.

En definitiva, debemos seguir una dieta equilibrada que nos aporte los nutrientes necesarios para favorecer nuestro sistema inmunológico y se adapte a la época del año y nuestras necesidades fisiológicas. Aunque al jugar un papel fundamental en nuestra salud es muy importante que se adapte a la persona y sus peculiaridades, si tienes dudas sobre la dieta más adecuada para un caso particular no dudes en consultar a tu médico.