¿Qué es? ¿Qué síntomas presenta?
Hoy hablaremos de una de las enfermedades más frecuentes en el mundo. A pesar de que, según la OMS, afecta a 300 millones de personas, erigiéndose como principal causa mundial de discapacidad, que el 5% de los adultos de la población mundial la padece, solo en Europa afecta a 30 millones de personas, y en torno al 5% de la población total de España la sufre, desde Salvafamily queremos visibilizar las consecuencias y los síntomas de un problema de salud mundial que los gobiernos ignoran. Además, proporcionaremos algunos consejos para aliviar los síntomas asociados a la depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que cursa una extensa variedad de síntomas tanto afectivos (ansiedad, irritabilidad, bajo estado de ánimo, desesperanza, sentimientos de culpa, falta de autoestima, etc.) como cognitivos (dificultades de atención y concentración, de memoria, de toma de decisiones y planificación, etc.) y somáticos (fatiga, cambios en el apetito y peso, alteraciones del sueño, cefalea, problemas estomacales, etc.). Dentro de la extensa variedad de síntomas, los más característicos son la tristeza profunda y la pérdida de interés general por las cosas de forma mantenida.
La causa del trastorno se relaciona con varios factores. El primero de ellos es el predisponente papel que tienen los factores genéticos. Según la evidencia científica, estos favorecen la transmisión genética de mecanismos que fomentan la aparición de la depresión en varias generaciones de una misma familia. Además, pueden incidir factores bioquímicos, ya sea, por ejemplo, por la existencia de fármacos que pueden producir depresión, o la inducida por el consumo de drogas. Existen otro tipo de factores igual de importantes y que interactúan con los anteriores, los factores psicosociales. Estos afirman que nuestra personalidad queda marcada mediante experiencias y relaciones desde nuestra infancia, lo que repercutirá en la capacidad de afrontamiento del individuo ante ciertas situaciones o demandas del entorno.
Consejos para aliviar y afrontar los síntomas asociados a la depresión
- No estás solo, no eres el único.
Tienes que saber que tienes derecho a estar un tiempo enfermo, y que la depresión es una enfermedad muy común, que puede superarse siempre que se sigan estrategias y técnicas que se han demostrado que ayudan a conseguirlo.
Cuando hablo de que no estás solo, no es por decir. La depresión es es la principal causa mundial de discapacidad, afecta a más de 4,4% de la población mundial. La probabilidad de que una persona sufra depresión a lo largo de su vida es superior a la de otros trastornos mentales, como los de ansiedad o consumo de sustancias.
- Acude a un/a profesional y cumple con el tratamiento.
Recurrir a un profesional de la salud mental es esencial para trabajar este tipo de trastornos, ¡te ayudará!
Eso sí, esto no quiere decir que mañana todo habrá pasado, pero sí que mañana junto al profesional empezarás a establecer estrategias que te guíen hasta tu recuperación. Es necesario que sigas sus recomendaciones, y en el caso de que exista preinscripción farmacológica es vital que cumplas rigurosamente el tratamiento en cuestión.
- Ahora toca ¡disfrutar!
Encerrarse en casa NO es una opción, ahora es el momento de continuar con las actividades que solían ser interesantes o placenteras, independientemente de si ahora te lo parecen. Dentro de estas actividades, es imprescindible ver a tus familiares y amigos, pueden ser un gran apoyo, disfrutar de buena compañía puede tener un beneficio inigualable. Participar en actividades sociales de forma habitual te dará mucho más de lo que imaginas.
- Rutina, metas, y objetivos
Las excusas y la desgana suelen apoderarse de todo, provocan que dejemos de lado nuestra rutina y obligaciones, tan necesarias para nuestro día a día. Nos guían y ayudan a no perder de vista el camino.
Tener proyectos da sentido a la vida. Es recomendable comenzar gradualmente, poniendo metas sencillas, que no supongan un reto inalcanzable, ir aumentando la dificultad a medida que nos sintamos con más fuerza.
Retoma las actividades y hábitos que llenaban tu vida, activa tu cuerpo física y mentalmente.
- Muévete, haz deporte
Fundamental: estar activo. No tardarás en convertirlo en hábito y notarás un cambio positivo en tu estado de ánimo.
No hace falta que empieces con una maratón, solo baila, corre, nada o monta en bici. Pero si crees que el ejercicio aeróbico no es para ti, hay muchos otros deportes por descubrir, como por ejemplo el yoga, en el que diversas posturas, la meditación y los ejercicios de respiración pueden aliviar multitud de síntomas depresivos.
Estos beneficios y muchos otros están avalados por la evidencia científica. Afirman que, además de fortalecer el cuerpo y el sistema inmune, ayuda a descansar mejor, mejora la autoestima, y produce endorfinas que disminuyen ciertos efectos de la depresión.
“Mens sana in corpore sano”
- Alimentación
A veces, al encarar ciertos acontecimientos la dieta puede verse afectada, quizás se coma en exceso, o, al contrario, lo haga menos de lo recomendable. En cualquier caso, ambas opciones son poco saludables. La disminución de los nutrientes necesarios, o el aumento de azúcares y alimentos ultraprocesados están relacionados con el estado de ánimo y el nivel de energía que tenemos.
Es imprescindible diseñar una dieta abundante en frutas y verduras, y por supuesto seguir un horario en las comidas evitando saltarse alguna.
- Patrones de Sueño
Los trastornos del sueño en personas con depresión suelen ser frecuentes, lo que suele acompañarse de otras circunstancias como la somnolencia diurna y la falta de concentración. Los pensamientos negativos se apoderan de los momentos previos al sueño por lo que se hace imposible la conciliación.
Para ello es recomendable seguir una serie de medidas:
- Mantener una rutina, es decir, intentar seguir todos los días el mismo horario tanto para levantarse como para acostarse.
- Evitar distracciones antes de ir a la cama, como por ejemplo el uso del móvil o videojuegos, y si es posible reemplazarlo por alguna actividad relajante.
- Controlar ciertos alimentos a partir de media tarde, estos pueden complicar la digestión o ralentizar el metabolismo.
- La habitación es un lugar para dormir, otras actividades como ver la televisión, hablar y pensar en preocupaciones no tienen lugar aquí.
- Prevención
Hay que ser conscientes y tener en cuenta que todo problema, trastorno u obstáculo es susceptible de volver a aparecer, por eso es necesario tomar ciertas medidas preventivas que eviten la recaída. Algunas ya han sido explicadas y quizás llevadas a la práctica, pero siempre es bueno recordarlas:
- Busca siempre los aspectos positivos.
- Evita el estrés innecesario por conseguir metas prescindibles.
- Procura hablar abiertamente de tus sentimientos con tus personas más próximas.
- Trata de mantener siempre una actitud conciliadora y abierta al diálogo.
- Evita el consumo excesivo de alcohol y de otras sustancias tóxicas.
- Recuerda la importancia de sentirse bien.
Estos consejos para aliviar los síntomas asociados a la depresión que os hemos presentamos no tiene sentido sin ti. La ayuda de tu terapeuta, familia y amigos son necesarias, pero tú eres el único con el poder de conseguirlo.
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