La disfagia es la dificultad para tragar alimentos sólidos, líquidos o incluso la propia saliva. Este problema conlleva diferentes enfermedades como neumonías, desnutrición o deshidratación.

Algunos de los signos y síntomas asociados que ayudan a detectar la disfagia son:

  • Pérdidas de peso
  • Acidez estomacal
  • Come mucho mas despacio de lo normal y babea
  • Tiene arcadas y dolor al tragar 
  • Come mucho más despacio de lo que acostumbraba.

Una vez que somos conscientes de la importancia de la disfagia o dificultad para tragar, debemos tener en cuenta consejos y recomendaciones generales para su tratamiento.

CONSEJOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA DISFAGIA

Las causas de la disfagia pueden ser múltiples, la localización y los antecedentes de quienes sufren la dificultad de tragar y los problemas derivados determinan el tipo padecido. Cuando, además, son las personas mayores las que sufren esta disfasia los problemas se maximizan. Por tanto, existen algunas recomendaciones generales que pueden ayudarnos, aunque hay que tener en cuenta que el tratamiento de la disfagia depende de la enfermedad responsable.

  • Condiciones del entorno

Es necesario que el lugar para comer sea un ambiente tranquilo y sin ruidos, y que la comida se haga siempre a la misma hora. Es bueno que la duración de la comida no sea superior de 30-40 minutos y que sea la propia persona la que, en la medida de lo posible, coma sola. Si la persona con disfagia no puede comer sola, es necesario que el cuidador muestre seguridad sentándose en frente y a la misma altura.

  • Higiene bucal

Otro aspecto fundamental es mantener hidratada la mucosa para así poder estimular la salivación y que el alimento no se quede pegado en la boca. Para ello, lo más importante es tener limpia la boca. El uso del cepillo eléctrico es recomendable en estos casos, ya que la vibración del cepillo proporciona información sensitiva a las encías a los dientes y a la lengua.

Ademas, si la persona con disfagia tiene dentadura postiza, es esencial mantenerla limpia. Si la persona está además encamada, habrá que frotar las encías y la lengua pasando una gasa enrollada en el dedo humedecida con agua o líquido desinfectante.

  • Maniobras de deglución

Los profesionales que intervienen con las personas con disfagia deben conocer maniobras de protección para lograr una deglución más segura. La técnica más utilizada es la maniobra de “descenso de barbilla”. Esta técnica consiste en bajar la barbilla hacia el pecho protegiendo el paso de los alimentos a los pulmones.

  • Importancia de la postura

Para poder comer con mayor facilidad será necesario mantenerse a unos 60º o 80º, manteniendo una correcta alineación de cabeza y tronco. Además, después de la comida, será necesario evitar tumbarse inmediatamente después de comer, manteniéndose sentado unos 15 minutos para evitar posibles aspiraciones.

Es importante no mezclar ciertas texturas, y utilizar siempre trozos pequeños. Además, otro aspecto fundamental es conocer el tipo de consistencia conveniente. Por otro lado, los líquidos son problemáticos para las personas por disfagia, por lo que es necesario incrementar la viscosidad. Algunos de los alimentos más adecuados son las cremas, los purés espesados de forma natural, las natillas, compota el pescado o las patatas aplastadas.

Además de estas consideraciones existen más tratamientos que pueden servir de ayuda y utilidad, para ello adjuntamos varios videos que pueden ser de utilidad para mejorar la calidad de vida de quienes sufren disfagia: